Los talleres de pintura y revestimiento son operaciones industriales altamente especializadas con exigencias extremas en materia de seguridad y calidad de la iluminación. El entorno de trabajo en estas instalaciones suele ser de alto riesgo debido a la presencia de atmósferas explosivas de gases y polvo, especialmente al aplicar pinturas, disolventes y otros productos químicos. Por este motivo, la iluminación debe cumplir estrictas normas de seguridad y estar certificada para ZONA 1/21 y ZONA 2/22 según ATEX e IECEx.
Otro factor crítico es la resistencia a altas temperaturas. Las cabinas de pintura y las líneas de secado pueden estar expuestas a temperaturas de hasta 80-85°C en estado apagado, por lo que la tecnología de iluminación debe estar diseñada para soportar estas condiciones extremas sin afectar negativamente al rendimiento y la vida útil de las luminarias.Además de la seguridad y la durabilidad, también es importante una alta eficiencia luminosa y uniformidad de la iluminación para permitir una inspección precisa de los acabados superficiales y garantizar unas condiciones de trabajo óptimas para los operarios. Las luminarias deben proporcionar una luz estable, sin parpadeos y con un alto índice de reproducción cromática (IRC), que es esencial para el control de calidad de las superficies pintadas. Por tanto, la iluminación industrial para pintura y acabado debe combinar la máxima seguridad, resistencia química, diseño sin silicona, estabilidad térmica y flexibilidad de instalación para satisfacer los requisitos más exigentes de este sector específico.